domingo, 19 de marzo de 2017

Quieto!!

Dame un minuto más,  aún no te vayas, porque mi memoria frágil no puede retener tu imagen en un segundo.
Traté de sujetarla pero siempre imperfecta, la copia nunca podrá igualar la Idea.
Intenté memorizarte por partes, empezando por tu frente, luego tu peinado, después tu mirada.
Pero tus manos siempre distraen,  las imagino presionando con la fuerza que irradian. Al recordarlas puedo reconstruir el resto de tu cuerpo.
Tus fotos son falsas, no tenés líneas rectas, tal vez alguna marca, alguna mueca.
Tu boca es fina pero confusa en sus palabras. Tu voz puedo recordarla con la exactitud de una melodía.
Pero no conozco ni tu aroma ni tu temperatura. Esa es la desventaja de la no-existencia,  de tus contradicciones, de tu impermanencia.

Gisela Ruiz Díaz

miércoles, 15 de marzo de 2017

Sobre algo que nunca pasó (ni volverá a pasar)

Ya lo sé todo... Anoche pude verlo.
Tan fugaz en su mirada
como si al desnudo lo vieran.
Tan delicado al agazaparse
que me da ventaja para que escape.
Es un alivio sereno e inquieto
saberse percibido por el discernidor de almas.
Silueta que ocupa mucho lugar
aunque se esconda.
Manos que no encuentran un lugar seguro donde descansar cuando lo miran.
Que incomodidad... pero que alegría
volver a sentir algo nuevo y gracioso.
Algo ajeno, intocable.
¿Podrá nominarse aquella forma de contacto?
Nos negamos asumir cosas falsas,
aún si fueran verdaderas.
Siga disimulando el ardor... el picor en el alma y en alguna parte del cuerpo.
Nadie se dio cuenta.
Ni siquiera yo.

Gisela Ruiz Díaz

jueves, 9 de marzo de 2017

Una casa

De haber tenido una casa,
hubiese tenido recuerdos,
la hubiese pintado de blanco,
la hubiese pintado de verde;
las flores que la adornaran
hubiesen sido rebeldes;
habría sido pequeña,
tal vez un poco alejada.
De haber tenido una casa,
desde siempre y la misma
hubiese tenido amigos,
amigos de la infancia.
Tal vez tendría un nombre
de esos que todos conocen,
tal vez no tendría dudas
de mi propia existencia.
Me siento un tanto promiscua
por haber tenido muchas,
por ser indiferente,
por no amar ninguna.
Parece inconcebible
no tener historia,
¿Qué podría contarte?
¿a dónde podría invitarte?
De haber tenido una casa,
aunque sea su concepto,
aunque esté deshabitada,
aunque todos hayan muerto.

Gisela Ruiz Díaz

miércoles, 8 de marzo de 2017

Descuidos

El otro día vi sus ojos con extrañeza, más sobresalientes que todo su cuerpo, totalmente abrillantados, empalagosamente abrillantados. Me pregunto cuánta certeza puedo tener de aquello. ¿será genuino? ¿será aparente?
Sucede que cuando observo un poco más,  el entorno se detiene; como aquella vez que recé en el patio de mi casa. Similar a los aromas que durante la niñez anunciaban su aparición,  y cuando gente que ya ni recuerdo prendía el fuego. Semejante al momento en que la tarde anaranjada no me pareció real. Todas esas cosas se parecen a su carne.
Me pareció ver su mano temblar, para luego hablar con cortesía y con una sorpresa fingida. Cuanto quisiera que nada lo espante y que los pronombres no sean ambiguos. Que me enceguezca la intemperancia!... Y que venga a redimirme, porque es mejor que yo.
Sapere aude!!!!

Gisela Ruiz Díaz

Achtung

Quisiera anotar algo,  pero que nadie lo lea,
y tal vez te enteres en un aire distante. 
Podría decir tantas cosas que no sean ciertas, 
que no sean llamativas,  que no te des cuenta. 
Podría revolver palabras como intentando buscarte, 
podría decir algo profano e ingenuo . 
Quisiera atraparte pisando tu sombra, 
y se me escurre como un insecto.

Gisela Ruiz Díaz